El Primer Alimento Del Bebé

¿Es mejor la leche materna?

El mejor alimento para el bebé es la leche materna. La leche materna suple los nutrientes necesarios en la cantidad y balance apropiados. Esto es así porque la leche producida por cada mamífero está diseñada para suplir las necesidades de ese particular mamífero.

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La leche materna contiene menos proteínas y minerales que la leche de vaca porque los bebés humanos crecen más despacio. Además, la mezcla de aminoácidos en la leche materna es diferente a la de la leche de vaca. El contenido graso de la leche materna es similar en cantidad a la leche de vaca, pero contiene diferentes tipos de ácidos grasos y componentes lípidos. Estas diferencias son importantes para el desarrollo del cuerpo humano.

La leche materna contiene también substancias que la hacen más fácilmente digerible, además de otras que hacen mejor disponibles muchos de los nutrientes esenciales, a diferencia de otros tipos de leche y substitutos de la misma. Por ejemplo, hay sólo pequeñas cantidades de hierro en la leche materna, pero es muchas veces más aprovechable que el hierro encontrado en las fórmulas para bebés preparadas con leche de vaca o las fórmulas preparadas con leche soya. El resultado de esta diferencia es que los fabricantes de fórmulas para bebés añaden hierro adicional a fin de alcanzar la misma cantidad de hierro absorbido por el bebé alimentado con leche materna.

¿Qué factores de protección contiene la leche materna?

Muchos de los factores que pueden ayudar a proteger al bebé contra las enfermedades, se encuentran en la leche materna. Otros de ellos contribuyen al desarrollo del sistema de inmunidad y del aparato digestivo del bebé. Además, el bebé alimentado con leche materna tiene menos riesgos en relación con alergias. La leche materna contiene también enzimas, hormonas y substancias similares a las hormonas. Todo ello contribuye al beneficio del bebé.

La leche materna suple los nutrientes apropiados en las cantidades también apropiadas, en estado completamente sanitario y a la temperatura correcta. Además, la madre que amamanta a su bebé tiene la oportunidad ideal de establecer una estrecha relación con su nuevo bebé. La leche materna es el mejor alimento para bebés sanos y debe preferirse siempre que sea posible. Los bebés prematuros se benefician también de la leche de su propia madre, pero necesitarán probablemente apoyo nutritivo adicional.

El amamantar a su bebé beneficia también a la madre. Le ayuda a controlar la pérdida de sangre y le ayuda recuperar su peso anterior al embarazo. Evidencias recientes sugieren que el hacerlo reduce el riesgo de cáncer en el seno. El amamantar al bebé puede ser muy conveniente, pero al principio, la madre puede pensar que es todo lo que hace. Las madres que amamantan necesitan apoyo especial, siendo que la habilidad de la madre para producir leche y darla al bebé puede afectarse por lo que ocurre a su alrededor.

Hormonas especiales hacen que se produzca la leche y pueda dársela al bebé. La hormona que controla la producción de leche es la prolactina y la oxitosina hace que salga para que el bebé pueda tomarla, lo cual se conoce comúnmente como “bajar la leche”. Ambos procesos se estimulan cuando el bebé succiona. Esa es una de las razones por las cuales es muy importante que el nuevo bebé sea alimentado frecuentemente. El “bajar de la leche” es una respuesta muy sensible. El estrés, el descanso insuficiente y hasta la sugerencia de que el bebé no esté recibiendo suficiente leche puede limitar el “bajar de la leche” y afectar el éxito del amamantamiento. Las madres necesitan apoyo y confianza extra.

Los bebés alimentados del pecho materno pueden sentir hambre con más frecuencia que los bebés alimentados con leche no materna, porque la leche materna se digiere fácilmente. De hecho, el amamantamiento frecuente y a demanda del bebé, es una de las mejores cosas que puede hacer una madre para asegurar un amantamiento de éxito. Después de un tiempo relativamente corto, el bebé establecerá un horario y la demanda será menor.

Las madres que amamantan necesitan una mayor dotación de energía y nutrientes que los usuales antes del embarazo. Esas necesidades extras pueden ser suplidas por una bien planificada dieta vegetariana. Ciertos nutrientes son de particular interés.

Es la vitamina B12 importante para la madre?

Se ha tenido noticia de deficiencia de vitamina B12 en bebés alimentados completamente con leche materna, cuyas madres seguían dieta totalmente vegetariana. La evidencia sugiere que la vitamina B12 no se transfiere a través de la leche materna, del almacén de vitamina B12 de la madre. En la mayoría de los casos, los bebés se recuperaron después de recibir la vitamina, pero estudios recientes sugieren que la recuperación no fue completa en todos los casos. Algunos niños y adolescentes han mostrado daños permanentes. Estos informes subrayan la importancia de asegurar en la dieta una adecuada dotación de esta importante vitamina, a mujeres embarazadas o que amamantan a sus bebés, así como al bebé mismo y a los niños en edad de crecimiento. Siendo que la fuente común de vitamina B12 es de origen animal, las madres totalmente vegetarianas que no beben absolutamente leche de vaca, productos lácteos o huevos, deben asegurarse de encontrar alguna otra fuente confiable. Esta puede ser leche de soya enriquecida con vitamina B12 o un suplemento vitamínico (cyanocobalamin).

¿Hay algunos otros nutrientes importantes para la madre?

Las madres que alimentan a sus bebés con leche materna deben asegurarse de consumir buenas fuentes de calcio para ayudar a prevenir pérdida de tejido óseo. A fin de que el cuerpo pueda hacer buen uso del calcio, la persona necesita obtener abundancia de sol, o si lo anterior no es posible, consumir entonces alimentos enriquecidos con vitamina D. Debe asegurarse también de consumir abundancia de frutas y vegetales para suplir otras vitaminas y minerales y consumir cantidades adecuadas de fluidos.

Tanto las medicinas recetadas por el médico, como las que se compran directamente en la farmacia, pueden ser transmitidas a la leche humana y pasar así al bebé lactante. Las madres que alimentan a sus bebés con leche materna que forzosamente deben tomar medicamentos, deben consultar con su médico para encontrar la solución a su situación particular.

¿Y si la madre no puede amamantar a su bebé?

El bebé que no es alimentado con leche materna debe ser alimentado con una fórmula comercial para bebés. Estas pueden ser a base de leche de vaca o de soya. Hay disponibles otras fórmulas especializadas según ciertas necesidades. Los fabricantes procesan la leche de vaca y el frijol soya de manera que su contenido de grasa, vitaminas, minerales y otras substancias sean apropiadas para los bebés. Se ajustan en formas variadas los contenidos de proteínas, carbohidratos, grasa, vitaminas, minerales y otras substancias. Este es un proceso de nunca acabar y entre más se aprende acerca de las propiedades de la leche materna, se van modificando las fórmulas.

Algunas fórmulas vienen listas para ser usadas; otras necesitan diluirse. Si se usa una fórmula, deben seguirse cuidosamente en su preparación las instrucciones del fabricante. El diluir demasiado o muy poco una fórmula, puede traer serias consecuencias. Debe tenerse cuidado de que el agua usada sea pura y los utensilios estén limpios. No son adecuadas las fórmulas “caseras” o las bebidas a base de nueces.

Cuándo debe introducirse la leche de vaca entera

La leche entera de vaca puede introducirse después del primer cumpleaños. Es inapropiada antes de esa fecha. La leche descremada o semidescremada no proporciona suficiente grasa y calorías y no debe dársele a niños menores de dos años.

Los niños pequeños tienen relativamente grandes necesidades de energía, pero estómagos pequeños. La leche semidescremada o dietas muy voluminosas limitan la cantidad de energía que el niño puede consumir antes de que pueda satisfacerse con la cantidad de alimento ingerido. Se ha registrado deficiencia de crecimiento en niños alimentados con dietas bajas en grasa. Debemos recordar que las necesidades de nutrientes y energía de los niños pequeños son diferentes a las de los adultos y lo recomendado para los adultos no es apropiado para niños pequeños.

¿Cuándo se pueden introducir los alimentos sólidos?

A los cuatro o seis meses de edad, los bebés pueden mantener erecta la cabeza al sentarse y volver la cara si ya no desean más alimento. Se interesan cuando ven comer a los demás y abren la boca cuando se les pone alimento enfrente. Para este tiempo los procesos digestivos del bebé están listos para asimilar otros alimentos aparte de la leche. Todo esto indica que están listos para recibir alimento sólido.

Deben introducirse los alimentos uno a la vez. Generalmente comenzando con cereales, tales como arroz, cebada o avena. Siguen después las frutas, vegetales y otros alimentos. Las legumbres bien cocinadas y hechas puré pueden introducirse alrededor de los ocho meses. Con el tiempo, deben dársele al bebé muchas clases de alimento. Pueden usarse alimentos para bebé comerciales o caseros.

No deben dársele al bebé alimentos sólidos a través de un biberón al que se le haya agrandado el orificio. El uso de una cuchara ayuda al bebé a desarrollar la habilidad de alimentarse. No debe añadirse a la comida del bebé, sal, azúcar u otros endulzadores. La miel y la miel o jarabe de maíz pueden causar botulismo en los bebés y no deben usarse antes de un año de edad. Este envenenamiento a través de los alimentos puede ser fatal.

Ya para el tiempo en que se le da al bebé alimento sólido, se le puede dar también agua, jugo o aun su fórmula láctea en una taza. Antes de este tiempo, el bebé alimentado de leche materna no necesita en realidad jugo o agua adicional. No debe ponerse a dormir al bebé con un biberón con jugo, fórmula o cualquier fluido endulzado. Esto le puede causar un serio daño a su dentadura.

Debe tenerse sumo cuidado para evitar que el bebé se ahogue. Hay alimentos pequeños y duros tales como pasas de uva, nueces, esquite o palomitas de maíz, que pueden bloquear el sistema respiratorio. Tales alimentos no deben darse a un niño que todavía no pueda masticar adecuadamente. Los niños pequeños deben sentarse a comer o beber y ser siempre supervisados por un adulto mientras lo hacen.

Es una experiencia grata el proporcionar alimento al niño y verlo crecer y desarrollarse. Quienes lo cuidan tienen la oportunidad de constituirse en sus modelos e influir en sus hábitos de alimentación, sentando las bases para los hábitos saludables de toda su vida.

Recomendaciones del Concilio de Nutrición de la Asociación General

Después de pasados muchos, muchos siglos, la leche materna sigue siendo el recurso natural más importante para alimentar a los bebés. Es completamente adecuada en términos de nutrición, ecología y protección ambiental. Tanto la madre como el bebé se benefician al alimentarlo con leche materna. Este tipo de lactancia puede ser una experiencia muy feliz, además de que provee los nutrientes necesarios y otros factores importantes de protección que ayudan a reducir las enfermedades y la mortalidad. El Concilio de Nutrición de la Asociación General cree que este método de lactancia fue provisto por el Creador para el sustento de nuestros retoños y lo apoya y recomienda siempre que sea posible.

La Academia Americana de Pediatría y muchas otras más recomiendan que el bebé sea alimentado exclusivamente con leche materna durante los primeros cuatro o seis meses de su vida. Después de ello se pueden introducir otros alimentos que suplan las necesidades de su crecimiento. Se recomienda también que esta manera de alimentar al bebé se continúe por el resto de su primer año o aun más. Si se descontinúa durante los primeros 12 meses, se recomienda una fórmula láctea enriquecida con hierro.

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