Reducción De Riesgo De Cáncer a Través De La Dieta

¿Hay una relación entre la ?

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El Concilio de Nutrición de la Asociación General ofrece información con respecto a una dieta que la evidencia científica indica que podría reducir el riesgo de cáncer. Es importante lo que comemos. Los factores de la dieta constituyen del 30 al 50 por ciento de todos los factores de riesgo con respecto al cáncer.

Consideremos nuestra dieta.

El cambio más importante en nuestra dieta a fin de reducir los riesgos de contraer cáncer, es convertirse en una persona vegetariana. Los productos animales están asociados con el cáncer de próstata, colon, senos, ovarios y páncreas. Se ha encontrado que las carnes de pollo y pescado tienen tanta relación con el cáncer de colon como las carnes rojas, como la de res o puerco. Los huevos, especialmente la yema, están también asociados al cáncer de ovarios y colon. Hay algunos estudios que muestran que quienes consumen leche tienen menos riesgos de contraer ciertos tipos de cáncer, que las personas que no consumen leche. Sin embargo, en estudios hechos país por país, el consumo de leche se relaciona con enfermedades del corazón (coronarias). Si se usa la leche, debe ser leche descremada.

El promedio de casos de cáncer entre los hombres adventistas es aproximadamente la mitad del promedio de los mismos en la población en general. Esto ocurre frecuentemente aun en relación a casos de cáncer no relacionados con el tabaco o el alcohol. Un posible factor pudiera ser que muchos adventistas son vegetarianos: La dieta vegetariana es conducente a menos obesidad y menos grasa animal. El incremento en el consumo de frutas y vegetales duplica el consumo de vitamina A (caroteno) y cuadruplica el de vitamina C en comparación con la población en general.

Detalles específicos

Uno de los mayores problemas con el consumo de alimentos de origen animal, es la grasa. Más de la mitad de la grasa consumida en la dieta estadounidense es grasa de origen animal. La Academia de Ciencias de los Estados Unidos establece que el total de la grasa en general y de la grasa saturada en la dieta, se relaciona con un incremento del riesgo a contraer cáncer y el hecho es que el 68% de la grasa saturada consumida procede de productos de origen animal. Si el público redujera su consumo de grasa (y especialmente de grasa animal)a un 20 por ciento del total de calorías, habría un estimado de 33 por ciento de disminución de cáncer de colon, recto, ovarios, endometrio y posiblemente hasta del seno.

Los estudios sugieren que no hay beneficio adicional en reducir el consumo de grasa a una cantidad menor de el 20 por ciento de las calorías; sin embargo, el consumo de un 30 por ciento de grasa en la dieta de una persona vegetariana podría reducir el riesgo de cáncer al mismo nivel que lo haría un 20 por ciento de grasa en la dieta de aquellos que consumen cantidades considerables de grasa animal.

No trate de eliminar toda la grasa de su dieta. Su cuerpo necesita ciertos tipos de grasa para conservarse saludable. Algunas personas han sido mal orientadas por informes que dicen que las grasas polinsaturadas aumentan el riesgo de cáncer, a partir de estudios que muestran que un 3 por ciento de grasas polinsaturadas aumenta el riesgo de cáncer, mientras que un 0 por ciento no lo hace. Si no se incluyen en la dieta ácidos grasos esenciales, ni siquiera se pueden desarrollar los tejidos normalmente. Dentro del consumo de un 20 por ciento de grasa en la dieta, no se vio diferencia en lo que se refiere a los riesgos de contraer cáncer, si se consume un 3 por ciento o un 20 por ciento de grasa polinsaturada en la dieta. Los estudios muestran que la grasa animal aumenta el riesgo de contraer muchos tipos de cáncer, mientras que con las grasas vegetales no sucede así.

En el proceso de reducir el total de grasa animal, se reduce también otro riesgo de contraer cáncer: la obesidad. La obesidad aumenta el riesgo de cáncer en la vesícula, seno, endometrio, ovario, próstata y colon.

Es importante también dónde aparece la grasa. Tener la llamada forma de Apera@ (más grasa en las caderas que en el abdomen) es más saludable que tener la forma de Amanzana@. La llamada forma de manzana aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y cáncer del endometrio y seno.

La disminución del total de calorías puede reducir aun más el riesgo de contraer cáncer, que la reducción de la cantidad de grasa. Estudios hechos con animales sugieren que un 30 por ciento de reducción de las calorías disminuye el riesgo de cáncer en el seno y el endometrio aproximadamente en un 90 por ciento. La disminución del consumo de calorías en un 25 por ciento, dará como resultado un 75 por ciento de reducción de tumores. Si se reducen las calorías en un 12 por ciento, se reducen los tumores en un 40 por ciento, pero se requiere un 75 por ciento de reducción de grasa para que suceda lo mismo. Una dieta alta en contenido de grasa puede ser también baja en contenido de fibra. La mejor manera de bajar el contenido de grasa y de calorías en la dieta, es consumir una dieta alta en contenido de fibra. Una dieta alta en contenido de fibra incluirá porciones abundantes de panes y cereales integrales y legumbres.

¿Pueden las vitaminas ayudar a reducir mi riesgo de cáncer?

La vitamina A y el beta caroteno parecieran reducir el riesgo de cáncer del tejido epitelial, tales como el de la piel, del útero, cerviz, laringe, vejiga, vesícula, así como el cáncer gastrointestinal y algunos tipos de cáncer del seno. El beta caroteno se encuentra en alimentos tales como camotes o batatas, melones, zanahorias, papayas, mangos, calabaza y vegetales de hoja verde intenso. El organismo lo convierte en vitamina A.

La vitamina A propiamente dicha procede solamente de la leche, huevos, y otros productos animales. Beta caroteno es el ingrediente efectivo en la reducción del riesgo de cáncer, en vez de la vitamina A, aunque algunos estudios han demostrado que la vitamina A efectivamente reduce el riesgo de cáncer.

Se piensa que la vitamina C adecuada reduce el riesgo de cáncer en el estómago y el esófago. La vitamina C se encuentra en alimentos tales como vegetales de hoja de color verde intenso, cítricos, tomates y fresas.

Todas estas importantes vitaminas: beta caroteno, vitamina A y vitamina C, pueden obtenerse de los alimentos en vez de a través de píldoras. Los alimentos contienen muchos ingredientes que reducen el riesgo a contraer cáncer y éstos se perderán si la persona intenta obtener sus vitaminas solamente a través de píldoras. Hay centenares de carotinoides en los alimentos, y si la persona solamente está obteniendo beta caroteno en su píldora de vitaminas, se está perdiendo todos los demás que podrían ser más importantes que la beta caroteno. Un ejemplo de lo anterior es el licopeno. El licopeno produce el color rojo en los tomates y fresas. Se reduce grandemente el riesgo a contraer cáncer del páncreas en las personas que consumen suficiente cantidad de frutas y vegetales y esta disminución de riesgo se relaciona directamente con el consumo de tomate. Se cree que es por el licopeno que contiene.

¿Hay otros factores que deben tomarse en cuenta?

Los vegetales crucíferos, que incluyen repollo, brócoli o brócol y coliflor, reducen también el riesgo de contraer cáncer del colon y del recto. Podrían también reducir el riesgo de cáncer del seno. Estos vegetales luchan contra el cáncer porque contienen indoles, que activan enzimas, las cuales desactivan ciertas substancias que producen cáncer. Una de estas substancias productoras de cáncer es la benzopirene, que se encuentra comúnmente en alimentos procesados. Se recomienda consumir un vegetal crucífero por lo menos una vez a la semana.

Consuma frutas. Dos porciones al día, en vez de menos de tres veces a la semana, reducen el riesgo de cáncer del pulmón en un 74%. El tomate reduce el riesgo de cáncer de próstata así como el de páncreas.

Consuma frijoles y otras legumbres. Reducen el riesgo de cáncer de colon, próstata y páncreas. Se ha demostrado ahora que el tofu reduce el riesgo de cáncer de seno.

Asegúrese de obtener suficiente selenio, siendo que reduce hasta en un 75 por ciento el riesgo de cáncer de próstata. Las nueces de Brasil tienen un alto contenido de selenio.

El abstenerse del alcohol pareciera reducir el riesgo de contraer cáncer de esófago, hígado, recto y posiblemente de páncreas y seno. Aun el beber moderadamente (cuatro veces a la semana) aumenta el riesgo de cáncer de seno entre un 50 a un 100 por ciento. El beber café incrementa el riesgo a contraer cáncer de colon y también cáncer de la vesícula en el hombre. Las comidas muy saladas o encurtidas podrían aumentar el riesgo a contraer tipos de cáncer gastrointestinal.

No hay evidencia, como algunos han sugerido, de que si no hay aceite presente en la dieta, los rayos solares no provocarán cáncer de la piel. Entre más ácido linoleico haya en la dieta (se encuentra en grandes cantidades en el aceite de maíz y otros aceites polinsaturados), es menor el riesgo de contraer cáncer de la piel. Sin embargo, debe señalarse que con o sin aceite en la dieta, la demasiada exposición al sol sin un agente bloqueador de sol, produce cáncer de la piel.

¿Qué cosas pueden reducir el riesgo a contraer cáncer?

Para reducir el riesgo de cáncer, el Concilio de Nutrición de la Asociación General recomienda:

1. Consumir por lo menos de cinco a nueve porciones de frutas y vegetales diariamente. Por lo menos una de las frutas o vegetales debe ser alta en vitamina C y otra alta en vitamina A. Consuma una o más porciones de vegetales crucíferos (repollo, brócoli o brócol, coliflor, etc.) cada semana (una porción equivale a una taza del producto crudo o 1/2 taza del producto cocido.)

2. Consuma de seis a once porciones de panes, cereales, pastas integrales y legumbres (frijoles, habas), cada día (una porción equivale a 1/2 taza del producto cocido.)

3. Logre o mantenga un peso ideal, limitando las calorías de manera que su peso se mantenga al extremo inferior del promedio normal de peso para su estatura. Mantenga su radio de circunferencia de cintura a caderas, bajo 1.0 en el hombre y 0.85 en la mujer, de la manera siguiente:

4. Hacer del desayuno la mejor comida del día.

5. Consumir más frutas, vegetales y granos integrales y menos alimentos con grasa (carne y postres).

6. Evitar comer entre comidas.

7. Hacer ejercicio de 30 a 60 minutos diariamente. El ejercicio disminuye los riesgos de contraer cáncer, aparte de su efecto en el control de peso.

8. Reduzca su consumo de grasa hasta que sea equivalente a un 20 a 30 por ciento de las calorías y adopte una dieta vegetariana. A fin de reducir aun más la grasa y la grasa saturada de origen animal, use solamente productos lácteos descremados y evite el consumo de las yemas de huevo, usando solamente la clara.

9. Evite el uso de café, té y alcohol.

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